Muchas veces hablamos Vicente, Carlos y yo de la necesidad de darle una vuelta de tuerca a mi proyección. Está claro que cada año se sube un escalón en este mundo pero si de verdad quiero demostrar algo más es necesario ser atrevido. Aún me acuerdo de la cara de Carlos cuando le pedí un boceto de una falla parecido al estilo que estábamos haciendo para Alicante. Le dije habrá un antes y un después en mi trayectoria a partir de esta falla. Abrió mucho los ojos, sonrió y asintió. Tuvimos una reunión en el despacho de Vicente los tres tenores. Comentamos la idea esbozamos mentalmente las escenas y echamos a rodar. Dejé trabajar a Carlos sabiendo que mi proyecto era un proyecto menor sobretodo por los trabajos que tenía con Javi Fernandez y con el mismo Vicente. No era una falla de especial ni de primera, pero yo sabía que Carlos la mimaría porque somos hermanos de taller y como tal sentimos como propios cada boceto, cada falla , cada figura, cada triunfo y cada derrota, tanto el que sale del taller de Vicente a una plaza de especial como el que sale de mi taller con destino a una pequeña plaza de pueblo. Son nuestras fallas. de todos nosotros.
Así fue la concepción del proyecto. No hubo mayor placer para mi cuando se comentó en el pueblo que tanto la figura como la falla la había modelado Vicente Martínez y que la habia pintado Carlos Corredera. En cierto modo fué así. gracias a Vicente y a Carlos he controlado cada corte de cuter sobre el corcho y cada pincelada de pintura sobre la figura. Y también tengo que acordarme de los que yo llamo cariñosamente ¨ els xiquets¨, mis colaboradores en el taller que son los encargados de tirar adelante todos los proyectos del año. gracias a todos, incluso a las otras fallas que hago. ya sean premiadas o no, porque son las culpables de que cada año avancemos. gracias a todos...
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